Poema lunfardo
Música:
Letra: José María Escudero
Guardaba la barrera, y su afición
era el cheboli, y el potrillo repetido.
Lo ponía mamerto, y ya perdido,
regresaba tanteando el paredón.
”¡Oiga: hay un muerto tirado el en zanjón!”
Batieron unos pibes, y al llegar al “fenecido”
¡revivió! Y en la espantada, adormecido
buscó en el suelo las monedas y el bolsón.
Dentro de éste inocente contenido:
Radichetas, un cuchillo, un gajo de malvón,
requisó apurao, buscando algo perdido
Todos pensamos: está buscando el semillón
pues no; pa’ sorpresa, para escarnio, y p’al olvido
¡¡traía leche embotellada!! (del garrón)
era el cheboli, y el potrillo repetido.
Lo ponía mamerto, y ya perdido,
regresaba tanteando el paredón.
”¡Oiga: hay un muerto tirado el en zanjón!”
Batieron unos pibes, y al llegar al “fenecido”
¡revivió! Y en la espantada, adormecido
buscó en el suelo las monedas y el bolsón.
Dentro de éste inocente contenido:
Radichetas, un cuchillo, un gajo de malvón,
requisó apurao, buscando algo perdido
Todos pensamos: está buscando el semillón
pues no; pa’ sorpresa, para escarnio, y p’al olvido
¡¡traía leche embotellada!! (del garrón)
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