Tango 1927
Música: Julio De Caro
Letra: Antonio Rubio Penadés
Cuantas veces, en mis noches de
tristeza y soledad,
yo pienso en ti.
Y recuerdo aquellas horas en que estábamos los dos,
con gran pasión
abrazados uno al otro, cual si fueramos a hacer
uno de dos,
embriagados de placer, en nuestro secreto nido de amor.
Vieras, mi bien, como está
ahora que tú no estás más.
Causa dolor el recordar
el vacío que nadie llenará.
La parca cruel te llevó,
al florecer nuestro amor.
Darnos la paz, no quiso Dios,
hágase la voluntad del señor.
Ahora que me encuentro viejo, que la vida me dejó
sin ilusión,
los recuerdos venturosos del pasado que gocé
con tu querer
entretienen mis momentos y conmigo vivirán,
hasta que yo
vaya a la mansión de paz
y allí contigo me reuniré.
yo pienso en ti.
Y recuerdo aquellas horas en que estábamos los dos,
con gran pasión
abrazados uno al otro, cual si fueramos a hacer
uno de dos,
embriagados de placer, en nuestro secreto nido de amor.
Vieras, mi bien, como está
ahora que tú no estás más.
Causa dolor el recordar
el vacío que nadie llenará.
La parca cruel te llevó,
al florecer nuestro amor.
Darnos la paz, no quiso Dios,
hágase la voluntad del señor.
Ahora que me encuentro viejo, que la vida me dejó
sin ilusión,
los recuerdos venturosos del pasado que gocé
con tu querer
entretienen mis momentos y conmigo vivirán,
hasta que yo
vaya a la mansión de paz
y allí contigo me reuniré.
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