Poema lunfardo
Música:
Letra: Otilia da Veiga
Su paisaje era arisco, socavón y
mineros,
su sueño adolescente no conocía el mar.
Pero la vida taya con sus designios fieros,
y en un vaivén de olas la arrancó del hogar.
En el gris de sus ojos se espejaban luceros
y con su paso, el aire se mecía en su andar
Ella le dio a mi padre sus amores primeros,
hasta el fin, cadenera de su rumbo y su afán
En los hijos que supo acunar su desvelo
encontró el desarraigo su alegría y consuelo
y aprendió a amar la tierra de su laburo diario
llenó de bendiciones la estrella de este cielo
del que recibió todo. Hasta el abecedario.
su sueño adolescente no conocía el mar.
Pero la vida taya con sus designios fieros,
y en un vaivén de olas la arrancó del hogar.
En el gris de sus ojos se espejaban luceros
y con su paso, el aire se mecía en su andar
Ella le dio a mi padre sus amores primeros,
hasta el fin, cadenera de su rumbo y su afán
En los hijos que supo acunar su desvelo
encontró el desarraigo su alegría y consuelo
y aprendió a amar la tierra de su laburo diario
llenó de bendiciones la estrella de este cielo
del que recibió todo. Hasta el abecedario.
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